Tal y como recoge la Sociedad Española de Reumatología (SER), la mayor parte de los enfermos que la padecen son mujeres jóvenes lo que complica aún más afrontar una enfermedad crónica, que obliga a la toma de tratamientos con numerosos efectos adversos potenciales, que pueden afectar de forma clara a la propia imagen corporal, o que puede poner en peligro los deseos de tener hijos.